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340_apertura
I Congreso de Bioética SJD | Num.340
02 | 01 Apertura

Jesús Etayo Arrondo
Superior General (2012-2024) Orden Hospitalaria San Juan de Dios. Roma (Italia)

Es para mí un placer estar presente en este Congreso de Bioética que organiza la Provincia de España de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, participando en el acto de apertura. Muchas gracias por la invitación a los organizadores y sobre todo por la realización del Congreso que ahora estamos abriendo. Muchas gracias también a las entidades que participan y apoyan el Congreso: Las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, Universidad Pontificia Comillas, Instituto Borja de Bioetica, que está integrado en nuestra Provincia de España y también la Orden de los Camilos.

Ética, humanización y hospitalidad, son tres términos que tienen un hilo conductor común en el respeto por la dignidad del ser humano y por toda la creación. Vivimos un mundo en constante evolución y cambio en todos los ámbitos: ciencia y técnica, a nivel social, político, religioso, cultural, medioambiental etc. Ello nos pide constantemente nuevas respuestas, también en el campo de la ética, buscando que todos esos cambios contribuyan al bien del ser humano y de la creación en general.

No resulta fácil siempre para la ética ir al paso de todos esos cambios. Con frecuencia se la ve por algunos sectores como intrusa, controladora, digamos ejerciendo como la censura, oponiéndose a un relativismo ético, que tiene la dificultad de romper cualquier tipo de límite. Sin embargo, es necesario reivindicar la ética, no como contraria al desarrollo, al progreso, sino como la disciplina que nos ayuda a que el progreso y cualquier tipo de novedad y descubrimiento venga armonizado con la humanidad y con la creación. Que contribuya al bien de los seres humanos y sirva para su desarrollo.

La filosofía y los valores de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, incluyen en su ADN la ética al servicio de la vida, buscando siempre el respeto a la dignidad y a los derechos del ser humano, buscando que todo ayude a humanizar a todas las personas. Además, promueve la ética desde lo que constituye para nosotros el núcleo de nuestro carisma y de nuestra misión: la hospitalidad.

Hospitalidad significa acoger, abrir la puerta de nuestra casa a quien llama, para que entre y se sienta en nuestra casa como si fuese la suya. En lenguaje religioso su icono más clarividente es la parábola del Buen Samaritano, en la que la lección principal es, como dice el Papa Francisco en Fratelli Tutti 80, “hacerse prójimo de quien está en necesidad”. En este sentido la hospitalidad se convierte en una categoría ética de gran fuerza. Me gusta decir que, vista la realidad en esta clave, es la alternativa a los muchos problemas del mundo: guerras, migración, hambre y pobreza… se trata de acoger, de abrir puertas, de hacerse prójimos de las personas enfermas, vulnerables, en dificultad.

La hospitalidad tiene un sentido más amplio. No solo se refiere a los seres humanos. La acogida y la apertura indicada antes, se debe ampliar también a la creación, al medio ambiente, del que todos somos responsables y que en definitiva no podemos separar de los seres humanos, porque formamos parte de la creación. La hospitalidad es una llamada también a la responsabilidad personal y social por favorecer el cuidado de la creación y de todo lo que contiene. Hacerlo así, contribuirá a crear una realidad más humanizada.

Por ello para nuestra Orden y la proponemos para quien desee sumarse a ella, la hospitalidad se configura como una ética de máximos, exigente y preocupada siempre por el bien, cuanto más mejor.  Un propósito muy exigente, que, aunque suene bien, encuentra muchos obstáculos por la ambición y el egoísmo, fuente de tantos fracasos humanos y naturales.

Hablamos por tanto de un campo muy amplio. Son muchos los desafíos, porque la ética hace referencia a la vida de la persona, pero también de las instituciones, de los pueblos, de la cultura y como vengo diciendo, del medio ambiente y en definitiva de la creación.

Necesitamos promover y crecer en el diálogo y en el discernimiento para buscar sinceramente el bien, renunciando a posiciones de poder, egoístas y ambiciosas. Necesitamos crecer en la igualdad y el respeto a todos los seres humanos, sea cual sea su condición. Igualmente hemos de adquirir un mayor compromiso con la naturaleza, para no seguir arrasando el planeta y con ello, provocando el mal a sus habitantes. En definitiva, hemos de cambiar el paso, hemos de cambiar el estilo de vida y ahí la formación es un elemento esencial para que sea posible.

Sé que lo dicho es muy difícil, casi puede parecer ingenuo. Pero esta es la ética que humaniza, la promovida desde la hospitalidad, de otra forma seguiremos asistiendo a la ética cainita, en la que vence el fuerte, mejor dicho, en la que pierden todos, los débiles ciertamente los que más.

Sobre esta base el Congreso prevé afrontar algunos desafíos muy importantes en el campo de bioética, tales como: La ética de las organizaciones y del liderazgo, fundamental en este mundo lleno de competitividad en el que las instituciones necesitan raíces y liderazgo para garantizar el presente y el futuro. Las aportaciones, controversias y retos éticos de las nuevas tecnologías, que sirvan para humanizar a los seres humanos y respetar la creación. La ética de la autonomía en contextos de vulnerabilidad, donde el respeto a la dignidad de los más frágiles debe ser el criterio por excelencia a tener siempre presente.

De nuevo mi agradecimiento a los organizadores del Congreso y a todos y todas participantes en el mismo. Es bonito ver la colaboración de diversas entidades, como antes he indicado. Necesitamos abrirnos y trabajar unidos todos los que coincidimos básicamente en los valores y propósitos institucionales. Deseo que este Congreso sea un espacio abierto de diálogo y de hospitalidad, donde todos se sientan “en su casa”, en la búsqueda de nuevas respuestas delante de los desafíos planteados. Muchas gracias.

Amador Fernández Fernández
Superior Provincial. Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Madrid (España)

 buenas tardes a todos y a todas. Saludo especialmente a mis compañeros de mesa. Al Hno Jesús Etayo, nuestro Superior General, al Hno. José María Bermejo, presidente del Congreso Provincial y director Corporativo de Ética y Espiritualidad, a la Hna. Matilde Porras, Superiora Provincial de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús en España, y a D. José María Galán, que es el responsable del Departamento de Ética de la Provincia. Me corresponde dar la bienvenida a todas las personas que participáis en este primer Congreso de bioética San Juan de Dios que se propone unir la reflexión ética con la humanización y la hospitalidad. Como veis, la propuesta es aproximar los elementos más nucleares de la identidad carismática de la Orden Hospitalaria y de la Congregación de las Hermanas Hospitalarias. Este primer congreso es una propuesta en la que nuestras dos instituciones la Orden y la congregación de las hermanas tan vinculadas histórica y carismáticamente nos unimos en torno a temas de interés común y nos felicitamos todos por ello, augurando también una más estrecha colaboración entre nuestras instituciones en todos los ámbitos.

Asumo el encargo de darles a todos la bienvenida y lo asumo como una tarea sumamente grata. Este día nos proponemos generar un espacio de reflexión ética sobre cuestiones que nos preocupan que nos motivan, pero para ello necesitamos previamente generar un espacio de hospitalidad, un espacio en el que nos reconocemos y nos acogemos mutuamente, en el que estamos dispuestos a compartir conocimientos experiencias y en definitiva pasión por la ética la humanización y la hospitalidad. Bienvenidos pues.

Saludo a los participantes que estáis presentes en este salón de actos del campus de San Rafael, más o menos 200 personas según me ha indicado la organización, el campus que nos acoge. Saludo también a los que estáis siguiendo el Congreso a través de los medios telemáticos, aproximadamente se han inscrito unas 100 personas. Un saludo y una cordial bienvenida a los participantes de la familia de San Juan de Dios de los diferentes centros de España. De las Hermanas Hospitalarias también. Y a quienes venís de los centros de la Orden en Portugal esta provincia hermana con la que nos sentimos vinculados por tantos motivos. Gracias por vuestra presencia. El saludo y la bienvenida se extiende también a los ponentes, al comité de honor, al comité científico, al comité organizador y también a la congregación de los padres Camilos, institución hermana, con la que compartimos muchas cosas y entre ellas y principalmente el compromiso de atención humanizada a los más vulnerables. Gracias José Carlos Bermejo por estar aquí con nosotros, el provincial de los Camilos bien conocido para todos.

El Congreso nos permitirá explorar nuevas respuestas a los retos que se nos plantean en los diferentes ámbitos de misión con el propósito de ofrecer una atención más humanizada que responde a los criterios éticos que compartimos y que nos definen que nos identifica. Es una preocupación siempre presente en nuestras instituciones con una trayectoria de más de 50 años de trabajo en el ámbito de la bioética, proponiendo diferentes foros de reflexión y formación debate e intercambio sobre estas cuestiones, ética y bioética, en relación con los ámbitos en los que se desarrolla nuestra misión. Este compromiso lo asume también la Provincia San Juan de Dios de España ampliando el espacio de colaboración. Con el deseo de ampliarlo, recordamos especialmente las primeras jornadas de bioética de la Orden ya en la nueva etapa de unión de las Provincias que se celebró en Sevilla el año 2019, sobre ética de la responsabilidad social y corporativa.

Nos hemos reunido en el marco, en el espacio de este salón de actos, campus de San Rafael de la Escuela Universitaria de Enfermería y Fisioterapia San Juan de Dios, que como sabéis conforma un gran espacio docente y de investigación con más de 1.500 alumnos que proyecta el carisma de la hospitalidad en la formación de profesionales de la salud. Un espacio en el que se forman, en alianza con la Universidad Pontificia Comillas, y en el que queremos también transmitirles los valores de la hospitalidad. Gracias. Aprovecho para ello, para dar las gracias a la Escuela, a este Campus y a la Fundación San Juan de Dios por apoyar la celebración del Congreso. En nombre de la Provincia San Juan de Dios de España de quienes han participado en la organización del Congreso.

Pues bienvenidos bienvenidas y que a lo largo de estos días crezcamos en nuestro compromiso ético en la humanización de los procesos de atención a las personas y en definitiva crezcamos todos en hospitalidad. Muchas gracias.

José María Bermejo de Frutos
Consejero Provincial. Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Madrid (España)
Presidente. Congreso de Bioética San Juan de Dios. Madrid (España)

Buenas tardes a todos, participantes, que saludo como presidente del Congreso. Gracias por acompañarnos en este primer Congreso de Bioética de la Provincia de España, cuyo lema es algo así como “Ética, Humanización y Hospitalidad” estas tres palabras sagradas que intentamos combinar conjugar y aplicar. Bienvenidos. Gracias, Hermano general, gracias Hno. Amador, Hna. Matilde por presidir la mesa, por estar aquí con nosotros. Gracias José María Galán, director del departamento de bioética de la Provincia de España. Gracias a todo el equipo, a la comisión central, al comité científico por tanto trabajo de preparación y que hoy ya está dando su fruto. Gracias Gerardo Díaz por la acogida en este centro por los equipos de trabajo de la Fundación San Juan de Dios y del campus de San Rafael de la Escuela de Enfermería.

Hace ahora exactamente siete años, en 2017, que se celebró el Congreso Mundial de Bioética en El Escorial. Seguro que muchos de los que estáis aquí participasteis en aquel evento. Aquel congreso fue a un nivel mundial de toda la Orden y fue un encuentro que para mí y, creo que, para la institución, marcó un antes y después en la reflexión bioética de nuestra institución compartiendo con muchas provincias y Hermanos de todo el Mundo.

La Orden no puede dejar de reflexionar a tiempo y a destiempo sobre los problemas éticos sociosanitarios relacionados con nuestro carisma de hospitalidad. Por eso, volvemos a convocarnos aquí y ahora a nivel de la Provincia de España tras su unificación. El Congreso del Escorial fue el último de las provincias españolas antes de la unificación y este es el primero después de la unificación. Hay un antes y un después. Bien, pues ahí estamos para insistir y renovar nuestro compromiso de diálogo con el Mundo con la Iglesia con todas las instituciones públicas y privadas aportando luz en el camino de reflexión antropológica histórica, filosófica y bioética con el fin de adaptarnos a nuestro entorno y ayudar y garantizar y defender al hombre y su dignidad en la toma de decisiones ante tantos conflictos que se les están presentado. El objetivo del Congreso, pues, es generar un espacio abierto de diálogo de reflexión interdisciplinar para quienes estamos interesados en el estudio e investigación bioética.

Por tanto, invito al diálogo como método de investigación y reflexiones estos tres días sobre temas de bioética y los animo a la participación activa, dialogante, respetuosa con los congresistas ponentes para profundizar en la temática que nos convoca. Los bloques que vamos a tratar están ahí en el programa los tenéis. Por lo tanto, os invito a ponernos en modo debate. Pues la bioética es una disciplina que nos ayuda a situarnos en este mundo convulso en que vivimos y vive la sociedad. Las nuevas tecnologías, los avances científicos suponen al mismo tiempo una oportunidad, pero también una amenaza para el desarrollo del hombre como criatura, como ser muy diminuto, muy vulnerable, pero criatura especial en el cosmos. Con estas palabras conviene preguntarse si a eso y a eso hemos venido si el progreso de la humanidad está caminando de forma independiente y a espaldas de los derechos humanos y a la cultura de las sociedades que llamamos occidentales. Un progreso carente de ética puede producir desastres y tragedias. Tenemos la responsabilidad de velar porque este ritmo vertiginoso de avances que impone la tecnología no nos devore, ni destruya nuestra dignidad. Agradezco a las instituciones que apoyan el Congreso especialmente a las Hermanas Hospitalarias, a los Camilos, a los jesuitas en su grupo de UNIJES, en especial a la Universidad Pontificia Comillas, Instituto Borja y Universidad Loyola que aportan ponentes de gran calidad para nuestro encuentro y un apoyo constante para la reflexión bioética de San Juan de Dios. Son instituciones con los que la Orden se asocia para sumar en el diálogo bioético en una sociedad plural pensando en iluminar hoy la práctica de la hospitalidad. Sin más, de momento, os deseo una buena estancia y un buen congreso.

Matilde Porras González
Superiora Provincial (2018-2024) Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús. Madrid (España)

Buenas tardes a todos y a todas. Permitidme que mi primera palabra sea de agradecimiento a los Hermanos: al Hno. Jesús Etayo Superior General, al Hno. Amador, Provincial, al Hno. José María Bermejo y a José María Galán.

Y digo gracias a la invitación que nos habéis hecho a nuestra institución de Hermanas Hospitalarias, a estar presente a través de mi persona en esta mesa inaugural, de un Congreso que congrega a tantas personas interesadas para hacer bien el bien, como decía San Juan de Dios. Nuestras instituciones de hermanas y hermanos como solemos llamarnos cotidianamente comparten un mismo carisma. En una palabra, que la hospitalidad que tiene todo un significado que conlleva tantas palabras. Entiendo además que las personas que estamos aquí hoy convocadas compartimos el mismo interés, los mismos desafíos: ofrecer la mejor atención posible a las personas que atraviesan momentos de fragilidad y vulnerabilidad y por supuesto queremos hacerlo desde unos principios irrenunciables.

Como instituciones católicas entendemos que cada persona atendida es la viva imagen de Jesús. Esto nos mueve a actuar de una manera muy determinada. Compartimos la defensa de la vida, la dignidad de la persona. Sé que no es tarea fácil por ciertas situaciones en las que aparecen conflictos de valores. Por eso congresos como este son fundamentales. Espacios que nos permiten hacer una reflexión conjunta, establecer diálogos y consideraciones, que nos lleven a tender puentes entre la ciencia y la humanización de la atención.

Reflexionar seriamente sobre temas que afectan a la vida y a la salud de las personas supone no solo un reto intelectual presente en las obras hospitalarias de las dos instituciones sino un compromiso de responsabilidad inherente a nuestro ADN institucional. De ahí que la formación e investigación en bioética sea una tarea necesaria y apasionante en nuestro modelo de atención integral.

Me alegra y quiero poner en valor que, ya estamos organizando conjuntamente mediante encuentros entre los comités de ética, grupos de reflexión de ambas instituciones, el próximo Congreso de Bioética para el 2025.

Antes de concluir mi saludo, quiero expresar mi agradecimiento a quienes habéis organizado este congreso y a las personas que vais a impartir y compartir el interesante programa.

Reconozco y agradezco que vuestra presencia hace posible nuestra misión y con ello enriquece la hospitalidad que, en su momento soñaron nuestros fundadores San Juan de Dios y San Benito Menni, y que nosotros hoy, continuadores suyos, nos dejemos llevar por la misma audacia en el servicio a las personas que nos necesitan. Muchas gracias.