Si todo creyente está implicado en el cuidado y atención al necesitado de ayuda, en cualquier momento de su vida, cuánto más al que se encuentra en un estado de vulnerabilidad, propia de la vivencia de una vida que se apaga. La atención al enfermo ha de ser integral, porque las personas somos una realidad unitaria.
Acompañar es un concepto que tiene diferentes significados, el autor hace un recorrido sobre diferentes formas de acompañamiento, hablando del oficio y el arte de hacer compañía y de la necesidad de educar, formar a los profesionales y las personas que acompañan a otros en la etapa final de la vida.
Como discípulas y discípulos de Jesús caminamos con otras y otros hacia la vida en plenitud, a través de un proceso histórico, que ante la vida amenazada, pasa por el grito y el dolor, y encuentra respuesta en la confianza en Dios.