El tema del lugar y de la importancia que tiene la pastoral a favor de las personas con discapacidad, es muy amplio y complejo en el ministerio de la Iglesia. Por consiguiente, requeriría un espacio mucho más grande de lo que pueda disponer en esta circunstancia, pero seguramente también de una nutrida multiplicidad de competencias.
Históricamente se han mantenido diversas actitudes ante la discapacidad intelectual y no siempre se han superado todas ellas. Se ha defendido una sociedad del descarte donde las personas con discapacidad intelectual no merecían igual consideración que el resto. Se ha planteado la necesidad de protegerles desde una concepción paternalista extrema y organizándose así múltiples servicios asistenciales.