La vertiente de novedad que he encontrado para este artículo consiste en vincular las categorías “cuidado” y “encuentro” y ver cuánto da de sí ese vínculo para la ética.
En el presente artículo se trata una tercera dimensión de la vulnerabilidad implícita a las dimensiones antropológica y social, la dimensión ética. En la ética confluyen todas las dimensiones de la vulnerabilidad fundidas en una realidad humana universal y decisiva en la fundamentación y en la aplicación práctica de la bioética.
Una de las características antropológicas, que nos diferencia de las otras especies es la capacidad de poder ayudar a los otros seres humanos. Desde los albores de la humanidad la creación de los grupos humanos ha tenido como característica ayudar a los más menesterosos, a los más necesitados (Hontangas, 2009).
Las técnicas de reproducción asistida permiten a una mujer gestar y entregar el hijo fruto de su gestación a otras personas que pasaran a ser los progenitores legales, y en algunos casos también los progenitores genéticos. La gestación subrogada entraña muchos dilemas éticos que deben ponderarse.
Estáis llamados a continuar la obra de San Juan de Dios, cuyo carisma sigue enriqueciendo la vida de la Iglesia y de la sociedad humana. Cuando la cultura que desecha y olvida aumenta cada vez más, él nos recuerda – también a través de vosotros- la primacía de los débiles.
Es innegable que el gran progreso tecno-científico ha contribuido a mejorar la vida, tanto la calidad como la cantidad, de muchas de las personas que viven en nuestro planeta.Sin embargo, esta revolución ha supuesto un deslumbramiento en la ciencia y lo que ella conlleva, que muchas veces dificulta un debate de fondo sobre los límites. El desarrollo tecno-científico supone una enorme mejora, pero también una amenaza.