En las páginas que siguen los autores desenmascaran tres tensiones actuales por las que se encuentran sacudidos los profesionales de la salud: la tensión entre la técnica y el sentido, entre el bienestar y el bienhacer, entre la fortaleza y la debilidad. Y plantean una llamada a resistir en medio de ellas para que puedan convertirse en polaridades evangélicas fecundas de las que nazca la fe, la esperanza y el amor.
En este tiempo de pandemia, dice el Hno. Jesús, que la misión samaritana de la Iglesia se hace más evidente, delante de tanto sufrimiento, dolor, soledad e incertidumbre.
La realidad que vivimos es cada vez más compleja. De forma creciente, sobre todo en los campos de la asistencia sanitaria, sociosanitaria y social, así como de la investigación biomédica son frecuentes los conflictos de valores y se producen dilemas éticos que nos exigen una reflexión y una respuesta ética adecuada, buscando siempre el bien y el respeto a la dignidad de las personas.
La Vida Consagrada en el área socio-sanitaria se pregunta hoy cómo evangelizar y redefinir la propia identidad religiosa en los nuevos escenarios de evangelización. Por ello a partir de los Evangelios, en el Sínodo celebrado recientemente, se plantea la identidad de la vida consagrada según el modelo de misión evangelizadora, denominado evangelización samaritana.