En las páginas que siguen los autores desenmascaran tres tensiones actuales por las que se encuentran sacudidos los profesionales de la salud: la tensión entre la técnica y el sentido, entre el bienestar y el bienhacer, entre la fortaleza y la debilidad. Y plantean una llamada a resistir en medio de ellas para que puedan convertirse en polaridades evangélicas fecundas de las que nazca la fe, la esperanza y el amor.