Edwin Nahúm Inestroza Buezo
Diácono. Diócesis de Tarazona. Zaragoza
Mi nombre es Edwin Nahúm Inestroza Buezo, mi país de origen es Honduras, culminé mis estudios eclesiásticos en el Seminario Mayor de La Inmaculada en la diócesis de Tarazona, provincia de Zaragoza. Fui ordenado Diácono por el Obispo Eusebio Hernández Sola, A.R. Durante el curso 2019-2020 he realizado una experiencia pastoral en el Hospital San Juan de Dios de Zaragoza y a la vez, hice un curso de postgrado y de extensión universitaria en la ciudad de Barcelona sobre Humanización y atención espiritual en sociedades plurales.
Mi agradecimiento a Dios, y a los enfermos, que por ellos he venido, gracias a los Hnos. de San Juan de Dios y al hospital por haber permitido que estuviera más de un año en medio de vosotros. Una experiencia pastoral que ha tenido un enorme significado y puedo hablar de un “antes” y un “después”. Cada encuentro con los enfermos y familiares me ha dejado una profunda enseñanza. Es mucho lo que se aprende en un hospital y estoy convencido que si quisiéramos valorar más la vida y la salud, viene muy bien frecuentar un centro sanitario. El hospital es como un santuario de la vida donde está Cristo en persona. El hospital es un lugar de encuentro y comunicación.
01 | Presencia pastoral en el campo sanitario
02 | Formación para atender mejor a ejemplo de Cristo
Urge formar agentes dedicados a la Pastoral de la Salud, seglares y religiosos identificados con la hospitalidad. Creo que es necesario que el estudio de la Teología Pastoral y Teología Sacramental, se concreten en una praxis más dinámica y vivencial y más adaptada a la realidad.
Como una de las áreas de la teología pastoral entraría aquí la Pastoral de la Salud, donde a los futuros sacerdotes se les introduzca en este campo. Que los capellanes conozcan la pastoral vivida en los hospitales, que palpen el mundo de los enfermos y los moribundos, para que puedan atender mejor a ejemplo de Cristo Buen Pastor, Médico de los cuerpos y de las almas.
03 | San Juan de Dios y los enfermos
04 | Acción pastoral del Servicio de Atención Espiritual y Religiosa (SAER)
Desde el comienzo de esta crisis sanitaria provocada por el coronavirus no hemos podido llegar a mayor número de pacientes y familiares para ofrecerles nuestra atención, pero, todos los que hemos podido acompañar, manifiestan una enorme satisfacción y agradecimiento tanto al hospital como al SAER, y desde nuestro servicio nos alegramos por ser parte importante en su proceso de sanación física y espiritual. Toda esta atención espiritual a lo largo de este tiempo ha sido por el mismo deseo y petición del paciente o de sus familiares. Este Servicio es parte esencial de la atención holística e integral que requiere la cura y atención al enfermo y a la familia. Esta atención también es curativa y sanadora y siempre será necesaria en el campo sanitario.
Quiero destacar que aparte de recibir los Sacramentos, los pacientes y familiares también necesitan momentos de acompañamiento, de cercanía, de conversación y de oración donde ellos, expresan quizá todo aquello que seguramente a otros no pueden decir. Escuchamos sus problemas, angustias y tristezas y les animamos espiritualmente a continuar adelante.
Con esto he comprobado que desde esta realidad urge la atención espiritual en los centros hospitalarios.
El equipo de asistencia espiritual y religiosa (SAER) está muy atento a las necesidades de los enfermos, ayudándoles humana y espiritualmente en el proceso de su enfermedad y en muchas ocasiones acompañar también el proceso de morir.
Esta presencia es una presencia callada, silenciosa, de mucha cercanía. Su resultado lo experimentan los enfermos, las familias y los que estamos realizando esta labor. El SAER tiene una función también curativa y sanadora. ¡Sabemos por experiencia cuánto contribuye a la salud integral del enfermo!
05 | Atención espiritual en tiempo de pandemia, zona covid
Esta situación sanitaria ha sido realmente difícil para todos, y en los centros hospitalarios necesariamente se han tomado medidas ajustadas a un estricto protocolo con el fin de evitar mayores daños.
Dichas medidas han incidido también en nuestro servicio (SAER) limitando la presencia física, pero siempre que se nos ha permitido hemos tratado de cubrir las necesidades espirituales de tantos pacientes que lo han solicitado, están en su derecho, y nosotros, por aquello de la “atención integral”, tenemos el deber de atenderlos de la mejor forma.
En esta unidad del covid surgió la necesidad de atender a algunas personas para efectuar videollamadas y ha sido el equipo SAER quien las está llevando a cabo y así un número de pacientes y familias se beneficia de este servicio que agradecen al hospital. Yo mismo, en nombre del SAER, he realizado este servicio por un buen número de días y aunque esta no sea propiamente una labor del SAER, hemos visto que es una ventana para tener acceso directo con los pacientes y así también poder acompañarles espiritualmente.
He comprobado el significado que tiene la presencia del SAER para animar con una palabra, un gesto, una oración en muchos pacientes presos de angustia y soledad ocasionada por la enfermedad. De esta forma nuestro servicio pastoral no queda reducido únicamente a las videollamadas, sino que trasciende a la dimensión espiritual de cada persona.
Como puede verse, el servicio pastoral del hospital ha estado siempre presente junto a la persona que sufre de muchas maneras, presencia física, un gesto, una palabra, una celebración; en definitiva, comunicación que acompaña y rompe la soledad. El agradecimiento de parte de los pacientes y familiares al SAER y a la institución es enorme y nosotros agradecemos a todos ellos y a Dios por la oportunidad de poder servirles.