En un mundo fragmentado y polarizado, el papa Francisco propone un estilo comunicativo de proximidad. A los profesionales, les pide practicar un periodismo de paz, responsable y veraz, orientado a la resolución de conflictos.
El proceso de comunicar implica que los pacientes puedan ser capaces de formular todas las preguntas que les permitan clarificar las dudas sobre su salud. Bajo este principio, el autor nos orienta en la importancia que tiene la comunicación entre médicos y pacientes.
La comunicación juega un papel importante en el derecho a la salud, puesto que es un instrumento clave para facilitar que las personas dispongan de información
adecuada para un correcto manejo de su salud. El acceso a esta información sin embargo no es igualitario y causa desigualdades sanitarias.
Todo en nosotros es comunicación, nuestra mirada, nuestro gesto, nuestra palabra, nuestro silencio,
nuestra acción. No podemos no comunicar, no comunicarnos. Por ello es tan importante aquello que expresamos y el modo en que lo expresamos. Nuestro modo de comunicar puede ser asertivo, compasivo, incisivo, amoroso, violento, constructivo… Son matices todos ellos que se ponen en juego en función del tipo de relación que hemos establecido y de la finalidad que nos proponemos alcanzar.