Código Ético de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios 01 | Presentación del Superior General. El LXIX Capítulo…
La espiritualidad está cada vez más integrada en el contexto laboral, resultando una experiencia multidimensional y trascendental.
Tenemos que preguntarnos si no se ha pasado del espíritu del Buen Samaritano, al de un “cyberdoctor” para quien todo está permitido.
El sufrimiento es una cuestión vital e inquietante para la existencia humana por la convulsión que produce en la persona, respecto de sí misma, de los otros y, si cabe, en la esfera transcendental. Sigue vigente la reflexión sobre el sufrimiento para captar su complejidad, pero pensar sobre esto implica descubrir y plantear qué deberes éticos nos suscitan la experiencia de sufrimiento.
La llamada del director de Labor Hospitalaria a participar en un número monográfico sobre la ética del cuidado me obliga, por amistad y por compromiso intelectual. Esa temática es para mí conocida y querida, sobre todo desde que hace ya años dirigí la magnífica tesis doctoral de Marta López, doctora en Teología y enfermera, en la cual descubrí la potencia inagotable de la materia. Aquí no quería reproducir sin más argumentos ya abordados en el pasado o volver a enfoques de escritos recientes con motivo de la pandemia. La vertiente de novedad que he encontrado para este artículo consiste en vincular las categorías “cuidado” y “encuentro” y ver cuánto da de sí ese vínculo para la ética.