Desde estos dos ángulos es preciso manifestar agradecimiento a los responsables de la Orden Hospitalaria por la confianza depositada en el nuevo equipo directivo y en la valoración que se tiene de la línea editorial de esta revista de solera que está sembrando doctrina desde 1948 en los ámbitos de la Humanización, Pastoral y Ética de la Salud y Social.

Lo primero en esta presentación es agradecer a cuantos han participado en la dirección y equipos de coordinación de la revista. Pero, por no resultar prolijos, el más sincero agradecimiento a su anterior director, monseñor José Luis Redrado O.H. que, heredado de sus predecesores, ha mantenido un alto nivel de calidad y especialización con las aportaciones doctrinales y de opinión, sabiendo encarnar y transmitir el valor de la Hospitalidad como servicio a la sociedad. Esperemos estar a su altura o, al menos, parecernos en algo.

Gracias a cuantos han participado coordinando temas relacionados tanto sobre la Pastoral como sobre la Ética o Bioética, así como sobre la Humanización. Es de valorar el gran esfuerzo que han realizado para tener al día cada uno de los números que puntualmente has sido publicados. Gracias por la búsqueda de colaboradores que se han prestado a reflexionar, consultar y plasmar por escrito cuanto se ha ido dando a conocer a lo largo de cada año de vida de esta publicación.

Agradecimiento también a cuantos han formado parte de Consejo Asesor y que han sabido pautar, orientar y hacer sus sugerencias a la dirección,
de manera crítica e intentando con sus aportaciones la mejora continua de esta publicación señera en temas punteros y específicos que hacen referencia a la asistencia continua de los cuidados integrales.

Este apartado de agradecimientos, manifestar la satisfacción por la disponibilidad de cuantos han accedido a formar parte de la aventura editorial en esta nueva etapa y que aparecen reflejados en los Créditos que se publican al inicio de la revista, tanto al Consejo de Redacción con sus Coordinadores como a los miembros del Consejo Asesor.

No acabaríamos de agradecer a los numerosos autores que han hecho realidad con sus opiniones cuanto se ha reflejado en las páginas de Labor Hospitalaria a lo largo de los últimos años de la anterior etapa.

Y, en segundo lugar, sin pretender cambiar la línea editorial, sí hay que dejar constancia de la importancia que esta publicación desea tener, al pasar a formar parte de la ampliación de su ámbito territorial y asumir el reto de integrarse en la unidad editorial de la Provincia San Juan de Dios de España, al menos de implicación estatal y con guiños a avanzar en el ámbito internacional como es la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios.

En este punto y, como pertenecientes a la Provincia unificada, adoptamos en el aspecto externo de edición, el logo institucional general, así como los colores corporativos que incorporamos en el diseño en las diferentes páginas. Por lo demás seguimos con las mismas secciones de reflexiones doctrinales y orientativas, experiencias que captamos de nuestra acción directa en diversos ámbitos de actuación y aportando los recursos que nos puedan ayudar a encarnar de manera práctica en cada uno de los números que vayamos editando.

No se pretende ser ambiciosos, sino saber aprovechar todos los recursos, toda la experiencia acumulada a lo largo de tantos años, para, al menos intentar, que las sinergias confluyan en pro de la Humanización, la Pastoral y la Bioética de la Salud y Social en beneficio de la evangelización, en coordinación con la Iglesia local y universal e incluso abriendo caminos fronterizos para ir desempolvando temas de antaño y situarlos con un lenguaje adecuadamente puesto al día, según los contextos sociales que nos ha tocado vivir e iluminar, sabiendo los riesgos que se pueden correr cuando nos aproximamos a dar respuestas a las inquietudes reales de los
profesionales y de las personas que sufren. Es otro nuevo reto.

No queremos ser maestros de nadie, pues todos somos hermanos, sino que pretendemos acompañar, sufrir de cerca con aquellos que sufren y pueden estar en condiciones de marginación y buscan luces que iluminen su actuar por los caminos de la vida real.

Tampoco vamos a teorizar, pues ya tenemos mucha doctrina, sino encarnarnos con la realidad de quienes buscan soluciones y no las encuentran porque, en ocasiones las trabas institucionales pueden frenar muchas iniciativas de vanguardia. Pudiera ser un condicionante, aunque
deseamos sentirnos libres en nuestras manifestaciones. Sería deseable que este vehículo editorial impreso y digital pudiera constituirse en altavoz de tantas inquietudes que la Orden Hospitalaria tiene desde los diversos ámbitos de su asistencia integral: bioética, personas con discapacidad, pastoral…

Cuidémonos mutuamente, ha rezado el lema de la Campaña del enfermo 2021 y así queda reflejado en la aportación, en formato de experiencia, que nos llega de la Delegación para la Pastoral de la CEE y difundido de manera virtual el día 13 de febrero, en torno a la celebración de la Virgen de Lourdes. La Campaña de este año se dará por concluida el próximo VI Domingo de Pascua.

En este marco se desarrollan los temas de este número de Labor Hospitalaria, destacando: el MENSAJE DEL PAPA JME 2021 y la reflexión sobre la antropología de la fraternidad; la enfermedad, como espacio de fraternidad, destacando la relación interpersonal de confianza, como fundamento de la atención integral. Todo lo cual nos exige la necesidad de una formación adecuada de los profesionales de la salud para lograr una atención holística que nos ayude a estar vigilantes en cuanto respecta a la ética entre el “encuentro” y el “cuidado”. Todo lo cual queda enmarcado en la actuación de la Iglesia en su misión samaritana. Las EXPERIENCIAS y RECURSOS aportados giran alrededor de esta misma temática proporcionando una información y documentación dignas de quienes se aproximen a la lectura de los contenidos.

Habremos de tomar consciencia de la mutua responsabilidad y la necesidad de cuidarnos y acompañar la soledad en tiempos difíciles como los que estamos pasando, siendo creativos para llegar a fomentar la relación interpersonal de confianza como fundamento de la atención integral al enfermo y necesitado.

Y cuando no podamos curar, siempre podremos cuidar. En ello estaremos presentes.

Hno. Calixto Plumed,
Director